“Emergencia humanitaria” de migrantes no sólo en EU: Think Tank; en centros de detención de México viven hacinados

18/06/2014 - 10:06 pm
Foto: WOLA.
Foto: WOLA.

Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).– La Oficina en Washington para asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en ingles), denunció que la verdadera emergencia humanitaria que viven miles de migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos no ocurre únicamente en los albergues y centros de detención del sur de Texas.

Afirmó que esta crisis se extiende a lo largo de toda la ruta migratoria hacia los Estados Unidos, “desde las barriadas azotadas por la violencia en Centroamérica, hasta las traicioneras líneas ferroviarias y los hacinados centros de detención en México, y los amenazantes desiertos del lado estadounidense de la frontera donde cada año mueren cientos de personas”.

WOLA es un Think Tank, una institución o grupo de expertos en temas sociales, que no están vinculados a partidos políticos o grupos de presión y que se caracteriza por algún tipo de orientación ideológica marcada de forma más o menos evidente ante la opinión pública. Su actividad consiste en la reflexión intelectual sobre asuntos estratégicos de política y economía nacional e internacional.

En su informe “La otra frontera de México: Seguridad, migración y la crisis humanitaria en la línea con centroamérica”, WOLA dice que contrario a lo que alegan algunos en Washington por el aumento en el flujo migratoria de personas provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala, este problema no se debe al debilitamiento de la seguridad en la frontera de EU, sino a la falta de empleo, oportunidades económicas y  por “uno de los peores índices de violencia criminal a nivel mundial, incluyendo niveles intolerables de homicidios, extorsión, abuso y reclutamiento por parte de pandillas callejeras”.

“Todos los días, cientos, si no miles, de migrantes huyen de la pobreza y la violencia en Centroamérica”, afirmó Maureen Meyer, Coordinadora Principal del Programa de México y Derechos de Migrantes en WOLA.

“A medida que los EU trata de abordar esta crisis, también tenemos que mirar hacia el sur, y examinar los esfuerzos de seguridad de México a lo largo de su frontera con Guatemala y los múltiples riesgos que enfrentan estos migrantes en su viaje a través de este país”, detalló.

El informe documenta una acumulación modesta, pero acelerada, de las fuerzas de seguridad y de la infraestructura financiadas por los Estados Unidos a ambos lados de la frontera entre México y Guatemala.

En una serie de recomendaciones, los autores Adam Isacson, Maureen Meyer y Gabriela Morales hacen un llamado a tomar un enfoque que puede ayudar a aliviar la crisis humanitaria que enfrentan los migrantes centroamericanos en tránsito, sin tener que asumir los riesgos de un gran despliegue de fuerzas militares, policiacas, de inteligencia y migratorias que no están entrenadas, coordinadas u obligadas a rendir cuentas.

“No vimos una falta de seguridad fronteriza en la frontera sur de México. La zona está llena de militares, policía, agentes de migración e instalaciones de aduanas”, concluyó Adam Isacson, Coordinador Principal del Programa de Seguridad Regional en WOLA.

“El problema no está en la cantidad de ‘botas’ sobre el terreno. Es que los agentes que están en el terreno carecen de capacitación, coordinación y rendición de cuentas. Simplemente añadir más de ellos o darles más tecnología, podría empeorar la situación”, agregó.

De acuerdo con el documento, el problema no reside en la ausencia del Estado, sino en una situación en la cual el personal de las fuerzas del orden tiene un entrenamiento deficiente, escasa coordinación, y no es fiscalizado en casos de corrupción o abuso.

WOLA plantea las siguientes soluciones: los Estados Unidos requieren una Reforma Migratoria integral. México debe expandir el uso de visas humanitarias y mecanismos similares para que los migrantes que son víctima de violencia o abuso, y los menores que viajan acompañados de adultos, puedan acudir a las autoridades sin temor a ser deportados.

Las unidades judiciales y de control interno en México requieren realizar dramáticas mejoras para que puedan investigar y sancionar a oficiales que cometen violaciones a los derechos humanos y otros tipos de abuso, y así como para extirpar la corrupción, que es el oxígeno que alimenta a los grupos criminales violentos”.

Finalmente, dice que “los gobiernos y élites” de Centroamérica deben empezar a proteger a sus ciudadanos contra la violencia e invertir en educación y la creación de empleos en sus países.

“La implementación de estas recomendaciones requerirá de arduos esfuerzos o un largo lapso de tiempo”, refiere el organismo.

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